jeudi 19 février 2015

Jesús María

Hola hijo: 
Te escribo desde mi escuela tratando de concentrarme en tí, en tu felicidad cuando me recibiste en Jesús María, en la ropa que usabas: un chalequito y pantalones de mezclilla. Tu boca chimuela, las sonrisas y los cariños que nos dimos. Te escucho llamarme tío y jugar a los zombies conmigo, te vero andar en el laberinto y me gusta la manera en que brincas para subirte al canal de piedra. El libro de los tres mosqueteros, el reloj de dinosaurios y tu pijama sal y pimienta. También recuerdo a blanco y negro, el gato que perseguía tu vara que traías. Cuando en la huerta nos divertíamos caminando Rose y yo, tu te adelantabas buscando una distracción, luego te adelantaste quedándote en el laberinto mientras nosotros platicábamos de cuánto has crecido y de la familia.
Espero haya muchas de estas reuniones familiares y más gustos que darnos. Te amo con toda el alma. Besote.